que te calientan el corazón y que te queman la piel.
Eso fuimos, nos entregamos tanto en un abrir y cerrar de ojos,
que consumimos muy rápido la mecha de este amor,
lo que hizo difícil evitar la explosión.
El daño fue inevitable, los destrozos,
derrumbar los castillos que construimos en el aire.
Estábamos destinados a fracasar,
dos amores inestables rompiendo las reglas al estar juntos,
era irremediable rompernos, hacernos mas daño que amor.