Estaba escrito en algún lugar que debíamos conocernos
lo que no sabíamos, es que seria un encuentro intempestivo,
que arrasaría nuestra vida como un huracán.
Era difícil imaginar que nos amaríamos instantáneamente,
irremediablemente, intensamente,
que todo el amor acumulado hasta ese momento
en que coincidimos,
estallaría para romper nuestros corazones.
Fuimos como una supernova de emociones,
irradiábamos tanta energía, que era difícil
contenernos, alejarnos, no entregarnos
a cada segundo.
No fue raro que todo el cumulo de sentimientos,
y emociones, terminara por separarnos,
por alejarnos, por no dejarnos ser.
Y posiblemente de alguna forma extraña
nos amemos a pesar de ir por diferentes caminos,
porque la chispa aún se enciende, cuando
rosa tu mano con la mía.
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