Hoy escuché una de nuestras canciones y sentí como cada recuerdo tuyo estallaba dentro de mí.
No es la primera vez que te cuelas en mis pensamientos (aunque vas apareciendo cada vez menos) pero esta vez fue diferente, fue revivir cada escena que iba apareciendo en mi mente, recordar el sentimiento que nos movía en ese momento.
Eran como fuegos artificiales explotando en mí. Era como ver una película donde tú y yo éramos los protagonistas, donde todos los "hubieras" que quería vivir contigo, sentir contigo, hacer contigo y solo contigo, tomaban forma y color.
Aunque tengo que admitir que hoy veo esa historia de forma diferente, escena por escena me doy cuenta de que me enamoré de la idea que fuimos construyendo; de lo que pudimos ser y nunca fuimos. De todo eso que decidimos contarnos y que nunca fue verdad.
Nos convertimos en un capricho del destino, en algo que nunca debía suceder.
Estar tan cerca y a la vez tan lejos, nos hizo alimentar una fantasía que confundimos con amor, compartir nuestros días escribiendo fragmentos de la vida que nos hubiera gustado tener; nos dio una falsa esperanza de que podíamos ser.
Siempre vivimos a destiempo, con la cobardía de querernos de por medio, hasta que fue irremediable el hecho de que fuimos una historia mal contada con el peor final del mundo. Buscábamos un para siempre y solo tuvimos el nunca que estábamos destinados a vivir.
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