Siempre pensé que fui yo quien llego a desordenar tu vida,
pero ahora que hago el recuento de los daños me di cuenta que no fue así,
que fuiste tú quien vino a moverme el piso,
quien entro como una brisa fresca
y termino convirtiéndose en tormenta sin previo aviso.
Y después de arrasar con todo,
te fuiste así como llegaste, con paz y tranquilidad,
mientras dejabas todo destruido en mi.
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